La estrategia de precios es el conjunto de directrices que establecen las empresas, basadas en decisiones que determinan qué políticas de precios se deben seguir en cada fase del ciclo de vida del producto. Si tienes un negocio, ya habrás pasado por esta situación y si estás a punto de poner en marcha un bar o un restaurante, va a llegar ese temido momento. ¡Decidir qué estrategia de precios vamos a seguir!Por este motivo, al principio se fijará un precio inicial para los productos en la fase de introducción en el mercado y, posteriormente, ese precio se modificará atendiendo a los factores que vayan teniendo en cuenta la hoja de ruta que hayamos marcado para cada fase del negocio.
A continuación, vamos ver 5 estrategias de precios que se pueden aplicar:
1.-Estrategia de precios por penetración
Consiste en establecer, al principio, precios muy bajos para conseguir penetrar en el mercado rápidamente. Una vez dentro del mercado habrá que ir subiendo los precios poco a poco.
2.-Estrategia de precios basados en la competencia
Esta estrategia se basa en subir, bajar o copiar los precios de la competencia. Puedes fijar los precios por debajo con el fin de atraer a más clientes y puedes subirlos para conseguir una imagen de más nivel con respecto a la competencia.
3.-Estrategia de precios psicológicos
Esta estrategia se emplea para estimular la venta y se basa en la percepción del consumidor. Una de las estrategias más usadas es redondear los precios con múltiplos de 5 o los terminados en cifras impares (normalmente el 9).
4.-Estrategias promocionales
Aquí fijaremos los precios por debajo de lo normal pero sólo durante un periodo determinado. El objetivo es atraer clientes. Cupones descuento, 2×1, campañas en portales de ofertas: Groupon, Deskontala, Oferplan…
5.-Estrategia de precios Premium
Esta estrategia fija los precios por encima del valor del mercado. Esto puede hacer creer a los clientes que tu producto es algo de mayor valor o más especial que el del resto. Esta estrategia puede resultar peligrosa y hacer que algunos consumidores no te compren, pero si te sale bien acabará produciendo más ingresos. ¡Ojo! No des gato por liebre. Dale más valor a un producto que realmente cumpla las expectativas del comprador.